Luego de ver las 3 esencias de Dios, Espíritu, Luz, Amor. Pasemos a otra de las cualidades que forma el carácter de Dios.
Dios es SOBERANO.
Si bien, “soberano” no hace parte de su esencia, de lo que forma a Dios, de lo que constituye Dios, si hace parte de Su carácter.
Soberano: las dos primeras definiciones de la Real Academia De La Lengua son:
1. adj. Que ejerce o posee la autoridad suprema e independiente.
2. adj. Muy grande, elevado o extraordinario.
Basado en las citas bíblicas que te dejo al final de este artículo, sacamos las conclusiones de lo que significa que Dios sea soberano. Entonces, ¿cómo se aplican todos estos pasajes a nuestras vidas?
La impotencia de las iglesias hoy en día se debe en gran medida al hecho de que los predicadores y teólogos, por así decirlo, han reducido el tamaño de Dios.
Han presentado a un Dios que es demasiado pequeño. Lo han representado como sujeto a las contingencias de nuestra finitud de nuestras limitaciones humanas. Y muchos, de hecho, lo han reducido a proporciones meramente humanas. Pero el infinito de Dios no puede ser reducido o disminuido.
Hay predicadores que han reducido a Dios hasta el punto de ser el benefactor que debe responder al capricho de sus hijos.
Y tal como hacemos con un interruptor de la luz, debe proveernos de lo que le exigimos, al activarlo con la palanca de la oración. Qué herejía tan grande!!
Hay predicadores, e iglesias que desconocen el poder del evangelio.
Y entonces predican no cómo está en las escrituras, y creen que Dios necesita de programas especiales de “venta” del evangelio a través de campañas publicitarias, creadas para este mundo postmoderno, llamadas “campañas evangelísticas”. En las que utilizan toda clase de estrategias de mercadeo, y dejan de lado las verdades del evangelio. Incluso ni mencionan los pasajes bíblicos sobre el evangelio.
Y hay predicadores que de manera arrogante se llaman de “sana doctrina” para los que 1 Juan 3:2 simplemente no existe.
Porque afirman que Dios quiere que seamos pobres, quiere que suframos por el sufrimiento como tal, y que no quiere bendecirnos, sino que debemos llevar una vida más sacrificial que la del más extremo ascetismo, intentando con las obras satisfacer la justicia Divina.
Dios, por definición, es el Supremo, el Infinito, el Ser Eterno que, como Creador, necesariamente ejerce la soberanía absoluta sobre toda la creación.
Entonces, la realidad de la soberanía de Dios y el poder infalible de su acción pueden considerarse bajo cuatro encabezados principales, que son: creación, escenario en la historia, redención y juicio.
1. Creación:
Como el hacedor es dueño de lo que ha hecho, Dios es soberano sobre toda su creación.
En este contexto, la soberanía de Dios se muestra en la indefectibilidad de todo lo que él propone: un fracaso de su propósito sería un fracaso de su soberanía. Y todas las cosas son de él y a través de él y para él. Esto es tan cierto que, no solo todas las cosas se hicieron realidad a través de la Palabra, que es Dios el Hijo, sino que el Hijo también sostiene el universo por la palabra de su poder.
Todas las cosas, tanto grandes como pequeñas, dan testimonio de la sabiduría, el propósito y el poder del Dios Todopoderoso.
Es Dios quien por su palabra los ha hecho realidad y quien por la misma palabra también sostiene providencialmente su creación y la lleva al destino que Él ha querido.
Todo fue creado de la nada como un ejercicio de la soberanía de Dios.
La creación no se creó a sí misma. Fue Dios el que la creó. Génesis 1:1; salmos 33:6-9 , este es Nuestro Dios!!. La consecuencia de esta verdad es que el universo, no está gobernado por una democracia, sino por una teocracia.
2. El escenario de la historia.
Dios planeó cómo se iban a desenvolver los acontecimientos y dirige a los actores que construimos la historia.
“Todo el universo es un teatro que muestra la gloria de Dios”
– Calvino –
La historia es realmente la historia de Dios. Y es la mano de Dios en la vida diaria del ser humano. Entonces, Dios controla el deseo de las naciones: Salmos 33:10-11. Dios controla que todo salga bien a los que le amamos: Romanos 8:28.
Definitivamente podemos confiar en un Dios que gobierna de esta manera.
Que no deja nada al azar. Que no se deja llevar por las circunstancias. Que es una roca, una fortaleza poderosa. Y un Dios que hace todo en la historia para Su Gloria y para el bien de su pueblo. Isaías 46:8-11
3. Redención:
En nuestro mundo, nada es perfecto.
Está el bien, pero también está el mal. Es por esto que en la humanidad existen toda clase de tendencias malignas que nos destruyen. Está el odio, la amargura, el rencor. Discriminación racial, y social. Etc… Y todo esto debido a la entrada del pecado en el mundo.
Es esta fuerza destructiva del pecado, que ha contaminado casi todo, por lo que podemos concluir que es una naturaleza caída que gime esperando la redención:
“Porque sabemos que toda la creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no solo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.” Romanos 8:22-23
El demonio es el líder de la rebelión contra Dios.
Sin embargo no tiene posibilidad de éxito.
De hecho ya ha sido juzgado: “Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.” Apocalipsis 20:10
Tal como lo vimos en el capítulo de Dios es Amor. Dios no ignora el mal, y en su soberanía diseñó una solución, la única solución.
En la mayor muestra de amor por la raza humana, Dios envió a su hijo para servir como propiciación, como sustituto, para pagar por nuestros pecados. Como un glorioso intercambio para que yo, tú y nadie que acepte a Cristo como único y suficiente Salvador, fuéramos a la condenación eterna. Juan 3:16; Romanos 5:8; 1 Juan 4:10
Y es así como en su Soberanía, Dios logra vencer el pecado y logra que la raza humana pueda tener acceso al trono de la gracia.
Ahora, una de las muestras más importantes de la soberanía de Dios, es que no es por obras que logramos la redención de nuestras almas. Es por el puro afecto de su voluntad. Es por que Dios quiso hacerlo. Efesios 2:4,8
Impresionante!!! El creador de todo lo que existe. El soberano del universo. Quiso darnos el regalo de la redención, porque El quiso. Punto. Fin de la historia!!
Eso sólo lo puede hacer El Soberano!!
Ahora, el amor de Dios por nosotros al dar a su hijo, fue sin que mediaran mis obras, y sin condición alguna, es decir NADA podemos hacer para recibir la redención. Nos escogió por sí mismo y para sí mismo. En amor Él nos predestinó!! Dios desplegó misericordia y gracia de Su trono para salvarnos.
Dios es soberano y no hay otro como Él. Es rey sobre toda la tierra.
Pero esto se pone mejor.
La forma cómo Dios lo hizo.
Dios en su soberanía, controló las leyes de la vida humana que Él mismo hizo.
Y fue así como logró la encarnación de Cristo, totalmente milagrosa, por medio de la obra del Espíritu Santo en una virgen. Así, sin que hubiera una relación entre un hombre y una mujer, hubo un nacimiento. El nacimiento de Jesucristo. Y sólo alguien digno de ser El Soberano del Universo, podría haber hecho esto.
Sin embargo, Dios sigue mostrando su soberanía.
Decide cargar en su hijo todo nuestro pecado:
“Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.” Isaías 53:6 Y fue así como en su soberanía, por nosotros lo hizo pecado: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” 2 Corintios 5:21
Y como si fuera poco, al final, Cristo pudo evitar la muerte en la cruz.
El Señor en el huerto del Getsemaní en un momento crítico, en el climax de una noche agotadora.
En lo máximo de una noche emocional y físicamente desgastante, cuando lo van a arrestar, detiene a Pedro diciéndole que legiones de ángeles podrían venir con su orden a defenderlo. Pero Cristo prefirió el sacrificio, para cumplir la voluntad de El Soberano del Universo, Dios mismo. “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?” Mateo 26:53-54
Dios trastornó el entendimiento de los fariseos, de Judas, y de todos lo que estuvieron involucrados en la muerte de Cristo.
Y sabemos que esto era el propósito de Dios. Era su soberana voluntad. Si, lo que hicieron con Cristo si fue pecado. Y cada uno de los que cometió ese pecado, recibió sus consecuencias. Lo que sucede es que en la soberana voluntad de Dios, esto hacía parte de su plan de redención.
Y al final en el culmen del poder de Su Soberanía, Dios cumple lo que Cristo dijo.
Que si destruían su cuerpo, en 3 días lo reconstruiría. “Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce.
Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí” 1 Corintios 15:3-8
Todo esto lo hizo Dios en su infinita soberanía por amor y su voluntad inquebrantable de construir una redención para nosotros que nos lleva a gozar de la presencia de Dios para la eternidad.
4. Juicio
Con todo el amor que tiene Dios por la humanidad, sin embargo en su soberanía hay campo para el juicio.
Entonces el plan de redención a través de Cristo, no anula la realidad del juicio venidero. Para esto primero Cristo fue elevado y ahora gobierna en su trono a la diestra del padre: “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús, a quien vosotros matasteis colgándole en un madero” Hechos 5:30
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre,” Filipenses 2:9
“el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,” Hebreos 1:3
Y aquellos que lo reconocemos como Señor y Salvador sabemos el gozo, amor y paz que reina en nuestras vidas.
Sin embargo no será así para lo que desprecian a Dios.
“sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio; y mayormente a aquellos que, siguiendo la carne, andan en concupiscencia e inmundicia, y desprecian el señorío. Atrevidos y contumaces, no temen decir mal de las potestades superiores,” 2 Pedro 2:9-10
Viene el momento del juicio. ¿Cuándo? Nadie lo sabe. Solo Dios Padre. Sin embargo esta es una realidad:
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.” Apocalipsis 20:11-15
Dios en su soberanía terminará lo que comenzó.
Y una parte importante de este final es la sentencia, del Juicio del Gran Trono Blanco. Mi amigo, hermano, amado lector, espero que este estudio de la soberanía de Dios te haya impactado tanto como a mí. Y qué gozo eterno, saber que depositamos nuestra fe y nuestra confianza en el Soberano. El único digno de adoración.
El único Dios vivo!!
Finalmente, es verdad que:
A Dios toda la gloria!
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Estas son algunas citas bíblicas sobre la Soberanía de Dios:
Job 31:28
1 Timoteo 6:15
Salmos 93:1
Salmo 97:1-3
Hechos 4:24
Apocalipsis 1:15
Judas 1:4
Éxodo 19:5
1 Corintios 10:26
Salmos 24:1
Isaías 46:10
Daniel 2:21
Juan 10:17-18
1 Pedro 2:13-14
Isaías 4:23
Mateo 6:10
Salmo 145:13
Daniel 4:2-3
Daniel 4:37
Filipenses 2:9-11
Judas 1:25
1 Pedro 4:11
Apocalipsis 19:1
Apocalipsis 19:5
Apocalipsis 19:6
Apocalipsis 19:15-16
Apocalipsis 17:14
Mateo 20Efesios 1:5
Lucas 10:22
Daniel 4:25
1 Corintios 12:11
Daniel 4:35
Efesios 1:11
Salmo 135:6
Salmos 115:3
Isaías 45:9
Apocalipsis 4:11
Efesios 3:9
Génesis 1:1
Romanos 11:36
Hebreos 2:10
Juan 1:3
Hebreos 1:3
Salmos 103:19