Ninguna cosa creada puede quitarte lo que Dios reservó para ti!
DIOS ES EL QUE TE PROVEE.
Los seres humanos somos muy limitados. Me asombra como médico , que algunas personas siguen creyendo la mentira de «la grandeza del ser humano».
De hecho son muchos los que siguen la corriente humanista. Y me asombra, porque en urgencias cuando atendía pacientes veía todos los días la debilidad del ser humano.
Los humanos somos los únicos seres vivos que necesitamos ropa para defendernos del clima. Somos los únicos que necesitamos armas, para defendernos de los demás.
Así que necesitamos de alguien superior que nos provea, debido a nuestras limitaciones.
Y ese ser superior es Dios. ¿Quién más sino Dios?
La primera provisión que nos dio Dios es la vida eterna. «De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna.» Juan 6:47
«Y esta es la promesa que él nos hizo, la vida eterna.» 1 Juan 2:25
Esta vida eterna sólo se consigue al proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador.
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6
Luego en este mundo Dios te provee de lo que necesitas:
«Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.» Deuteronomio 8:18
«Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.» 1 Crónicas 29:12
Así que las riquezas no son malas, porque es Dios el que nos permite construirlas. Lo malo es la codicia, es decir el amor al dinero: «porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.» 1 Timoteo 6:10
Y esta es la confianza de nuestra fe: «ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.» Romanos 8:39
Sin embargo es clave la fe con la que te acercas a Dios: «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan» Hebreos 11:6