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El diamante y el carbón tienen casi la misma naturaleza, pero hay una gran diferencia entre ambos. Uno es muy fuerte, y el otro es débil. El diamante “es carbono en su forma más pura y cristalina que adorna, dura muchísimos años, es utilizado de múltiples maneras y es muy caro. El carbón mineral es sucio, mancha, y aunque tiene uso comercial, sin mezcla se consume con unas horas en el fuego.
La gran diferencia entre ambos, consiste en que para llegar a ser diamante, se tiene que pasar por mucho tiempo, profundidad y fuego. Ese complejo proceso no lo sufre el carbón.
Significado de la palabra diamante:
La palabra diamante en griego es «adámas» que significa invencible, audaz, e indestructible. “Es una gema de carbono notable por su dureza, la más valorada, deseada y brillante de las piedras preciosas”.
Los romanos le atribuían muchos poderes y habilidades. Creían que el que la poseía tenía valor, más fuerza y la resistencia para ser victorioso.
La Biblia nos dice que era la tercera piedra preciosa en la segunda fila en el pectoral del sumo sacerdote, (Éxodo 28:18; 39:11) y la menciona Ezequiel afirmando (17:1): “El pecado de Judá escrito está con cincel de hierro y con punta de diamante; esculpido está en la tabla de su corazón…”
Analicemos el complejo proceso que sufre el diamante a través del tiempo, la profundidad y el fuego.
1. Tiempo
El diamante necesita mucho tiempo para formarse. Se dice que está cientos o miles de años en proceso de formación hasta que es llevado a la superficie de la tierra por erupciones volcánicas a través del magma. Por eso es tan caro. En la actualidad, la joya más cara que existe en el mundo, es el diamante que se llama “Pink Star” (Estrella Rosa). Tiene 59.6 quilates y fue encontrado en África en 1999.
Proviene de una piedra en bruto que tardaron más de dos años en cortar y pulir (en el taller Steinmetz). En el 2013 una casa famosa de subastas ( Sotheby’s) vendió esa extraordinaria joya por 72 millones de dólares convirtiéndose así, en la más cara hasta el momento. Su tamaño es de 2.69 por 2.06 centímetros.
El tiempo es muy importante para la formación de las personas.
Los grandes personajes de la Biblia estuvieron muchos años siendo formados por Dios antes de ser usados por El con poder. José pasó varios años en proceso de formación y en la cárcel desde que fue vendido por sus hermanos, hasta que llegó a ser nombrado gobernador de Egipto por Faraón.
Moisés después de un periodo de 40 años viviendo en el palacio en Egipto como nieto adoptado de faraón, y tras matar a un egipcio, huyó al desierto y estuvo allí 40 años pastoreando ovejas y siendo preparado por Dios para librar a su pueblo de la esclavitud de Egipto.
Después pasó cuarenta años más dirigiendo a los israelitas por el desierto para que pudieran entrar a la tierra prometida (Dios no los llevó por la tierra de los filisteos que estaba cerca…Éxodo 13:17-18. Se dice que la distancia de Egipto a Canaán es de unas 529 millas). Sin la debida preparación, Moisés no hubiera podido dirigir al pueblo como lo hizo. Y así podríamos citar a muchos más personajes bíblicos e históricos.
Lo mismo sucede con el cristiano, no se forma de la noche a la mañana, necesita mucho tiempo para capacitarse y llevar a cabo la misión que Dios le encomienda.
Él te hace pasar por la escuela de la obediencia para usarte con poder y efectividad. El plan para tu vida no se lo dará a tu padre, a tus hermanos, a tu tío o a tu suegra; te lo dará a ti. Por eso David decía: “Dios cumplirá su propósito en mi…” Salmo 138:8ª Ese proceso toma tiempo y requiere paciencia. Se ha dicho que “La paciencia es un árbol de raíz amarga, pero de frutos muy dulces”. A su debido tiempo, nos da la hoja de ruta que quiere que sigamos.
2. Profundidad.
Los diamantes naturales (hay sintéticos, pero no es lo mismo) se forman en una profundidad de hasta 200 km. en el manto terrestre, que es la capa de la tierra que se encuentra entre la corteza terrestre y el núcleo. El profeta Daniel, dijo del poder de Dios: “El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz” (Daniel 2:22). Y el salmista decía: “Ellos han visto las obras de Dios, y sus maravillas en las profundidades” (Salmo107:24).
La profundidad es un tema reiterado en las Sagradas Escrituras. El Señor Jesucristo, en una ocasión, refiriéndose a la importancia de la profundidad y del buen arraigo, contó la parábola del sembrador y mencionó que la semilla había caído en cuatro lugares distintos, y que solo en uno había producido fruto y dijo: ”Pero parte –de la semilla– cayó en buena tierra, y dio fruto…”(Mateo 13:1-8; 18-23).
Eso nos habla de profundizar en las grandes verdades divinas, sabiendo que ellas son como raíces que toman arraigo en un terreno espiritual fértil.
Absorben alimentación de la sabia del Creador para crecer con fuerza. Para el cristiano, la fortaleza espiritual está basada en una relación íntima con Dios que no se limita a lo fugaz o superficial y por eso reconoce que: “Lo profundo permanece, y lo superficial se desvanece con el tiempo”.
3. Fuego.
El fuego es una parte fundamental de la formación y fortaleza de los diamantes. Se forman a una temperatura de 1000 a 1600 grados centígrados. Al ser un mineral estable y duro, resiste la erupción y el transporte. Así es la vida del cristiano, cuando está expuesto al fuego de las pruebas y las tribulaciones, se fortalece porque ejerce la fe, y se forma con más resistencia. La vida cristiana no se pude concebir como un camino fácil, que se vive sin dificultades.
El mismo Señor Jesucristo enfrentó muchas pruebas y momentos difíciles en su vida.
En cierta ocasión le dijo a sus discípulos: “Pero vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas”. Lucas 22:28. Desde la formación de la Iglesia, la historia de la humanidad tiene muchas páginas manchadas por la persecución y la sangre derramada por mártires cristianos que prefirieron enfrentarse a la muerte antes de renunciar a su fe en Dios.
Bajo el nefasto reinado del emperador Nerón (fue emperador desde el año 54 al 68 d. C), la ejecución de los cristianos se convirtió en un festival para el populacho romano. Los cristianos eran apresados y encerrados en celdas sombrías. Después, eran arrojados al circo romano donde eran despedazados por las fieras ante la mofa y la risa de los espectadores. En los jardines de Nerón, muchos fueron crucificados y otros untados con brea y quemados por la noche como si fueran antorchas vivas.
Y así podríamos citar muchos ejemplos más de las atrocidades hechas
contra los cristianos por profesar seguir a Cristo. Mas recientemente, según han publicado la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) y el Parlamento Europeo, los cristianos son la minoría religiosa más perseguida en el mundo. Se dice que hay hasta 150.000 cristianos asesinados al año. La persecución no se produce solo en países de mayoría musulmana. Hay una persecución también del hinduismo político y del comunismo. invierno 2018 Nuestro Tiempo —25 Mártires de hoy. Tragedia y testimonio de los cristianos perseguidos – Grandes temas – Nuestro Tiempo (unav.edu)
Si esa cantidad es correcta, eso significa que cada día 411, cristianos son asesinados en el mundo por ejercer su fe. Mueren por vivir glorificando a Dios y tratando de hacer de este mundo, un lugar más digno.
Todos los cristianos enfrentamos pruebas de fuego y tribulaciones difíciles, por ello, aunque no peligre nuestra vida, hemos de considerar lo que menciona Santiago 1:2-3 “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia”.
El cristiano está llamado a ser diamante, no carbón. Antes éramos como el carbón, pero Dios nos sacó de la oscuridad y limpió nuestros pecados con su sangre preciosa. Por eso, para tener la resistencia y el brillo del diamante, hemos de pasar por un proceso de tiempo, profundidad y fuego.
Gracias que DIOS puso está publicación en mí camino AMÉN JEHOVÁ DIOS CONTINÚE BENDICIENDO ESTE PORTAL AMEN
Dios te siga bendiciendo