Queremos ser la ayuda y el apoyo que Dios envíe a un alma rota
Una de las razones de existir de @vidaatualma es «Mostrar cómo de la mano de Dios, si es posible tener Bienestar sin límites en este mundo. Es posible tener bienestar y gozo en medio de la tribulación.»
Y por eso nosotros queremos ser la ayuda y el apoyo que Dios envíe a un alma rota.
Ahora. El primer apoyo que te queremos dar, si no has tenido este encuentro personal con Cristo es mostrarte el camino.
Proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador es el camino inicial para sanar tu alma rota.
«Yo dije: Jehová, ten misericordia de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.» Salmos 41:4
Cristo dijo: «Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.» Marcos 5:34
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6
Como médicos hemos pasado por situaciones muy desafiantes.
Y hemos encontrado que muchas veces Dios nos ha puesto en situaciones difíciles para recibir Su consuelo. Para darnos cuenta que Él está con nosotros. Para que nuestra fe aumente.
Y hemos aprendido a descansar en Él.
No es fácil porque nuestra naturaleza humana de orgullo hace que queramos solucionar todo. El humanismo dice que tu te puedes «autoayudar». El humanismo dice que «la grandeza del ser humano» hace que puedas vencer todo por ti mismo.
Pero Cristo dice: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.» Juan 15:5
Así que nuestra misión es mostrarte el camino a Dios y si tu alma está rota mostrarte como de la mano de Dios todo es posible.
«Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. » 2 Corintios 1:3-5