Para algunas personas tener gozo y felicidad es como una especie de «Misión Imposible».
Y es porque buscan el gozo en lo que no les puede dar el gozo. Se apoyan en las posesiones, en las cosas y en el status social. Esto siempre dejará un vacío que no puede ser lleno.
Y quiero ser claro. Me encantan los carros deportivos de lujo. Me gusta vivir en una casa hermosa. Sin embargo no baso mi confianza en el dinero o las posesiones. Y mi gozo y felicidad no están determinados por lo que poseo.
Ni siquiera mi profesión de médico con todo lo hermosa que es, me da la felicidad y el gozo.
Tampoco estoy diciendo que progresar y la realización profesional y hacer algo útil en la vida no es importante.
Hace muchos años encontré el camino correcto. Y es una relación genuina y verdadera con Dios.
Y la verdad es que Dios es el único que puede garantizar la plena satisfacción de nuestra alma y un gozo y felicidad sin límites, sin importar las circunstancias que nos rodean.
El primer paso para tener una relación genuina con Dios es proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador.
«que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.» Romanos 10:9-10
El rey David decía de Dios: «Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,» Salmos 63:5
El salmo 66:1-2 dice: «Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.
Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza».
Salmos 70:4 «Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios».
«Has cambiado mi lamento en baile; Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría». Salmos 30:11
No creas a las voces que dicen que todo está mal y que no puedes ser feliz.
Tampoco escuches a los que posando de muy «espirituales» afirman que Dios quiere que sufras y que no quiere que seas feliz, porque dicen ellos, que si sufres serás más espiritual.
El sufrimiento si está en este mundo. Y para los que creemos en el verdadero Dios, también hay sufrimiento.
Sin embargo Dios quiere en medio del sufrimiento tengamos gozo, que seamos felices. Porque el sufrimiento también para los que amamos a Dios, nos ayuda a bien.