El plan de Dios para tu vida es más grande de lo que puedes imaginar.
Hasta que no descubras el propósito de Dios en tu vida, no descubrirás la verdadera grandeza en tu vida.
El primer propósito, el más importante, el que marca toda la diferencia en tu vida, es hacer parte de la familia de Dios.
«El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.» 2 Pedro 3:9 Es decir Dios quiere que procedas al arrepentimiento y aceptes a Cristo como único y suficiente salvador. «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios» Juan 1:12
Luego viene el propósito que Dios planeó para tu vida.
La mayoría tenemos planes, metas, anhelos y deseos que queremos cumplir.
Pero sólo podremos alcanzar el verdadero éxito si depositamos nuestra confianza y andamos en obediencia a Dios.
El verdadero éxito es cumplir con el propósito que Dios trazó para nuestras vidas.
Ahora cómo conozco cuál es el propósito de Dios?
Al entablar una relación genuina con Dios puedo saber su voluntad para mi vida.
«Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.» Salmos 37:5
Esto requiere fe. Requiere confiar. Porque muchas veces no vemos la meta. Pero Dios si. Y Dios es el único que sabe qué nos conviene.
Cuando Salomón recibió el reino. Tuvo temor porque era joven.
No sabía cuál era el propósito ni el plan que debía trazar. No sabía como gobernar. Y pidió Sabiduría.
Salomón pidió: «Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque ¿quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?» 2 Crónicas 1:10
«Y dijo Dios a Salomón: Por cuanto hubo esto en tu corazón, y no pediste riquezas, bienes o gloria, ni la vida de los que te quieren mal, ni pediste muchos días, sino que has pedido para ti sabiduría y ciencia para gobernar a mi pueblo, sobre el cual te he puesto por rey» 2 Crónicas 1:11
Muchas veces pedimos provisión, éxito en un negocio, que podamos vender algo o avanzar en nuestra profesión(bienes o gloria).
Y lo que debemos pedir de corazón, con fe es sabiduría. Esa es la clave.
Porque la sabiduría te permitirá entender cuál es el propósito de Dios en tu vida.
La sabiduría te permitirá andar en el centro de la voluntad de Dios.
La sabiduría te permitirá obedecer a Dios y aplicar todo el conocimiento y habilidades de que Dios te de.