Abraham Lincoln dijo: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”
Y es porque tarde o temprano lo que tienes adentro sale a la luz.
Una de las formas que nos conocen es por lo que hablamos. Es por eso que debemos controlar lo que decimos.
Ahora, este control sólo puede venir de un corazón ajustado a la verdad de Dios.
Y es que nuestro corazón es clave. No sólo el músculo cardíaco, que si falla se acaba nuestra vida física. Sino también lo que la Biblia llama «corazón del hombre» es donde se alojan las emociones, nace la voluntad, nace el amor y se construye la fe.
Esta es la clave: «Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.» Proverbios 4:23.
Y nace la vida porque con tu corazón, tienes la voluntad, que nace del amor a Dios para proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Esto es la única forma para que tu alma tenga vida eterna.
«y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.» Jeremías 29:13
El corazón es lo que te da la fuerza para hacer lo que de verdad funciona para ti, y tal vez esta es la clave luego de aceptar a Cristo como salvador, para tener una vida en victoria: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.» Proverbios 3:5
Entonces: «No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.» Romanos 12:2
Y luego podremos cumplir con esto que es la clave para tener relaciones interpersonales sanas. «Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes» Efesios 4:29