El MIEDO es algo que hace parte de la vida.
Hay muchas formas de tratar con el miedo.
Puedes enfrentarlo en tus fuerzas. Y luego volverás a sentirlo, esa es nuestra naturaleza.
Puedes ignorarlo, y luego te darás cuenta que te autoengañaste, porque ahí sigue.
Aún el guerrero más fuerte siente miedo.
El problema es que el miedo nubla la realidad y no te permite experimentar el verdadero gozo.
También puedes recurir al único capaz de eliminar el miedo de tu vida.
«Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.» Salmos 23:4
«En Dios he confiado; no temeré; ¿Qué puede hacerme el hombre?» Salmos 56:11
«He aquí Dios es salvación mía; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es JAH Jehová, quien ha sido salvación para mí.»Isaías 12:2
«En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.» 1 Juan 4:18
El amor de Dios es el que aleja de nosotros el temor. Es su amor el que hizo que Jesucristo vienera a morir por nosotros para darnos vida eterna. Es el poder de su amor, el que hizo que Jesucristo resucitara, frente a multitud de testigos y ahora este sentado a la diestra de Dios.
Es el amor el que hace que yo tenga la tranquilidad de tener a Dios protegiéndome.