Las decisiones que tomas hoy, le dan forma a tu futuro.
Quizá la mejor decisión que debes tomar es proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Esta es la única forma para tener vida eterna y hacer parte de la familia de Dios. «que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.» Romanos 10:9
«Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.» Juan 11:25
Dios dice: «Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.» Proverbios 3:5
Somos humanos, que nos pone en la condición de imperfectos, limitados, falibles. Por eso tiene sentido que nos apoyemos en Dios para tomar las decisiones.
Algunas personas se afanan por tomar decisiones antes de consultar con Dios. Sin embargo esta es una garantía para el fracaso. Por qué? Porque Dios es el único que tiene sabiduría infinita. Nosotros no.
Dios te puede dar esa sabiduría, si la pides.
«Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra» Santiago 1:5-6
Y esto es clave.
Dios te da, de Su sabiduría abundantemente y sin reproche!! Tenemos a disposición nuestra la sabiduría de Dios.
1. Debes pedirla. Para pedirla sólo se puede en oración.
2. La otra condición es que pidas con Fe. Debes pedir con Fe.
Así que, no sé tú, pero yo prefiero estar con el equipo ganador.
Prefiero saber que lo que voy a hacer tendrá éxito. Y esto se logra poniendo todo tu corazón y entendimiento en las oraciones que haces. Así logras una comunicación genuina con Dios y luego entonces tendrás la sabiduría para reconocer que decisiones son las que te convienen, según el propósito de Dios en tu vida.
Así que la próxima vez que debas decidir algo, no te apoyes en tu sabiduría, no te aceleres, ni demores la decisión.
Sólo ora con fe y pide sabiduría para decidir lo que Dios quiere en tu vida.