Amados hermanos y amigos en Cristo: Hoy hablaremos de LA PACIENCIA DE DIOS
Al hablar de la paciencia, necesariamente se debe comprender a cabalidad, debido a que, en este fragmento, se considera la Paciencia de Dios.
El diccionario de la Real Academia Española define la paciencia como: “(lat. Patientia) Virtud que hace soportar los males con resignación: la paciencia es más útil que el valor. Cualidad del que sabe esperar con tranquilidad las cosas que tardan”
El profeta Amós hizo mención de la paciencia de Dios, cuando dice:
“He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni de sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová. E irán errantes de mar a mar; desde el norte hasta el oriente discurrirán buscando palabra de Jehová, y no la hallará” (Am.8:11-12).
En el idioma hebreo la expresión “he aquí vienen días”, se utiliza muy frecuentemente para advertir sobre un juicio inminente.
Esto señala que la Paciencia de Dios, pronto terminará y se iniciará el castigo de la nación pecadora.
No hay duda que pareciera que este mensaje se aplica a nuestra nación en el día de hoy. Tanto pecado que aflora y rebrota en todos los estamentos de la sociedad colombiana, y en el mundo en general, donde casi siempre ha rechazado la predicación de la Poderosa Palabra de Dios.
Debido a ese rebrote de pecado que hay sin que la sociedad se arrepienta, no se puede dudar que la Segunda Venida de Cristo está por suceder y por supuesto caerá el justo castigo de Dios sobre la sociedad y por todo el planeta habitado.
Algunos no creen que sus pecados son verdaderamente serios y han fracturado la sociedad, con la idolatría, las injusticias, la corrupción, el irrespeto a la vida, el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, la pornografía, el abuso a los niños, el feminicidio, el homicidio, el robo, la mentira, la deshonra, la soberbia y la incredulidad en el Dios Todo Poderoso, la falta de compasión.
En fin tantos otros pecados que la sociedad ha acumulado y donde la Paciencia de Dios se ha estado acabando.
Por tal motivo, Amós vuelve a expresar: “El Señor Jehová toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran” (v.5a).
O sea que no hay escapatoria del juez tan inmensamente Poderoso, que se llama Jehová y sus ojos están sobre el planeta tierra, viéndola cómo se comporta y sumerge en el pecado.
La iglesia del Señor, está llamada para predicar, orar y clamar misericordia al Dios Todopoderoso, y que se vuelvan a Jehová el cual “es paciente para nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento” (2a P.3:9b).
Pues Él es amplio en perdonar, para que mire la tierra con amor y la restaure, dando oportunidad de otro tiempo para compartir la Poderosa Palabra de Dios y muchas almas vuelvan sus miradas al Cristo eterno de los Siglos.
Su pastor y amigo: Julio César Beltrán Patarroyo
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