Poder, control y domino.
Son 3 palabras que obsesionan a los seres humanos. Hoy estamos viendo luchas de poder en todas partes del mundo.
Y muchas veces batallamos por tener el control en todas la áreas de nuestra vida.
Mi esposa @mydoctorwellness_lifestyle tiene una frase:
«Lo que no pueda controlar que no me robe la paz» Y la verdad es que nos hemos dado cuenta que como seres humanos al final del día no controlamos nada.
«Jehová estableció en los cielos su trono, Y su reino domina sobre todos.» Salmos 103:19
«Las riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos.» 1 Crónicas 29:12
Dios es el soberano. Su soberanía no admite competencia.
No podemos pensar en que controlamos algo.
Sin embargo Dios nos permite en su misericordia, orar y actuar en Fe.
La voluntad de Dios siempre se cumple. Pero no es una razón para que no actuemos.
«Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.» Santiago 2:26
Entonces nuestra fe nos equipa para que actuemos, para que hagamos buenas obras.
«Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.» Efesios 2:10
Así que Dios controla todo.
Y es nuestro debe actuar en fe y en obediencia a Dios.
Cuando intentamos salir del control de Dios. Es cuando comenzamos a tener desafíos y dificultades.
Dios tiene un propósito para cada uno de nosotros. Y sólo caminando en obediencia cumpliendo el propósito de Dios para nuestras vidas, podemos tener un verdadero éxito.
Qué bendición poder afirmar que servimos a un Dios que tiene el control de todo.
Dios es soberano.
Nada como reconocer la soberanía de Dios y sentir placer en darle gloria a Dios: «Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay;» Hechos 4:24