Cuando emprendemos un proyecto o tenemos una meta, podemos basar nuestra confianza en nuestras propias fuerzas.
Si nos confiamos en lo que podemos hacer. Si. nuestra seguridad está en nuestros propios recursos. Entonces tendremos siempre un desafío grande. Y el reto es que no somos perfectos.
Siempre como seres humanos tenemos un margen de error. Y ese es el inconveniente que tenemos.
Sin embargo.
Con Dios siempre puedes estar seguro. Él es nuestra roca fuerte. Va delante de nosotros protegiéndonos.
El único requisito para poder contar con esta protección divina es construir una relación genuina con Dios.
Sólo hay una forma de construir una relación genuina con Dios y hacer parte de la familia de Dios y es esta:
«Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;» Juan 1:12
«Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6
Es en ese momento en que recibes el mejor regalo de todos y es la vida eterna.
Y es un regalo que se llama gracia. La gracia que recibimos de Dios es que aunque merecíamos la condenación eterna por los pecados: «Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro». Romanos 6:23, Dios nos da la vida eterna.
Como es un regalo. No hay ninguna obra que hagamos que nos sirva para tener la vida eterna de nuestras almas. «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe» Efesios 2:8-9
Entonces al depositar nuestra fe en Jesucristo como único y suficiente salvador y proceder al arrepentimiento, hacemos parte de la familia de Dios.
Y es entonces cuando, además de la vida eterna, recibimos unos privilegios exclusivos para la familia De Dios.
Uno de estos, es que al andar en el centro de la voluntad de Dios tenemos la seguridad que Dios va delante de nosotros cuidándonos y guiándonos por el mejor camino para nuestras vidas. «Y Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides». Deuteronomio 31:8
«Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre». Hebreos 13:5-6
Así que mi deseo para ti es que tengas una relación genuina con Dios. Que esta relación te lleve a andar en el centro de la voluntad de Dios. Y que entonces puedas ver el poder de Dios en todas las áreas de tu vida.