A veces los seres humanos buscamos satisfacción del alma, en el lugar equivocado.
La buscamos en bienes materiales.
La buscamos en logros profesionales.
La buscamos en relaciones con otras personas.
La buscamos ahora en la cantidad de «likes» que tienen las publicaciones en redes sociales.
La buscamos en el dinero.
Y al final del día, nada de esto logra dar satisfacción completa a tu alma.
Todo es perecedero. Y todo lo anterior es finito. Algún día va a fallar. Y claro se puede pensar que esa posición es algo negativa. Pero es la verdad.
Vemos personas que construyeron «murallas financieras» con multimillones de dólares y hay una recesión económica y se suicidan.
Vemos personas que se entregan como primera prioridad a relaciones interpersonales, para recibir traiciones, frustración y desengaños.
Y quiero ser claro. Soy un convencido que hacer las cosas con excelencia en el ámbito profesional es clave. Soy un convencido que construir relaciones interpersonales sólidas, edificantes, es fundamental.
Soy un convencido que ganar la mayor cantidad de dinero que podemos para dar para la obra de Dios, para invertir y para disfrutar, no sólo es un derecho que ganamos cómo hijos de Dios, sino que es un deber, y además es bíblico.
Sin embargo nada de esto te puede dar satisfacción plena y gozo absoluto a tu alma. Sólo Dios es el único que puede garantizar esto.
Así que es verdad esta palabra: «Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.» Mateo 6:33
«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.» 3 Juan 1:2 Aquí la clave es la prosperidad de tu alma.
Y sólo en Dios puedes tener prosperidad de tu alma.
El paso crítico para esto es aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Entonces procede al arrepentimiento y acepta a Cristo como único y suficiente salvador. Mira este video para saber cómo puedes hacer esto.