Hay personas que viven vidas derrotadas, no se dan cuenta que, si han aceptado a Cristo como único y suficiente salvador, esta promesa es suya:
«Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.» Romanos 8:37
Y creen que Dios quiere que vivan vidas derrotadas. Promulgan que Dios quiere que aquí en la vida sufran. Que aquí en la vida pasen penurias. Qué error tan grande. Claro que vemos la vida de Job, como quedó en la ruina. Cómo tuvo enfermedades. Así que en este mundo sí vamos a sufrir. Pero NO es como consecuencia de el mal que Dios busca para nosotros.
Los desafíos en la tierra son por nuestro pecado en el que nos metemos, por acechanzas del enemigo. O por pruebas de nuestra fe. Sin embargo la voluntad de Dios para nuestras vidas es esta:
«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.» 3 Juan 1:2
Y hay personas que creen que SIN proceder al arrepentimiento y SIN aceptar a Cristo como único y suficiente salvador, sólo con leer las promesas de la Biblia, recibirán la victoria. Y NO. Desafortunadamente, así no funcionan las cosas con Dios. O mejor, afortunadamente así no funcionan las cosas, porque es gracias a la obra de Cristo que tenemos la victoria asegurada!
Esta promesa de 3 Juan 1:2 que leímos arriba en la que se muestra que Dios quiere que seamos prosperados en todas las cosas, que tengamos salud, y que prospere nuestra alma, está ligada a una condición que es la que sigue en el versículo que continúa de ese pasaje : «Pues mucho me regocijé cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de tu verdad, de cómo andas en la verdad.» 3 Juan 1:3
Andar en la verdad, es ser sumisos en obediencia a la voluntad de Dios. Es estar a diario pendiente de las disciplinas de la piedad de orar y escudriñar las escrituras. Cristo lo puso así: «Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo» Lucas 14:27
Aquí llevar la cruz no es literal. Dios no pide sacrificios.
Sólo andando así en la verdad es que tendré prosperidad en todas las cosas, salud y prosperará mi alma.
Y mejor no hablar de las personas que promulgan «la grandeza del ser humano». Como médico cuando he atendido pacientes en urgencias nunca he visto la «grandeza del ser humano». Es simple, somos débiles, somos falibles(nos equivocamos), somos imperfectos, y necesitamos deseperadamente una relación genuina con Dios.
Los que somos concientes de eso y lo buscamos, y aceptamos a Cristo como único y suficiente salvador, disfrutamos de tener la Victoria! Una vida en victoria!
Y quiero ser claro, no es nuestro mérito, no es nuestro logro, no tenemos ningún crédito, sólo es fruto de la obra de Cristo.
«Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.» Filipenses 4:13
Cristo dijo: «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, este lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.» Juan 15:5