La luz acaba con las tinieblas. Hoy balaremos de LUZ en las Tinieblas
En este tiempo tan delicado por donde quiera que se le mire, la iglesia del Señor cumple una función muy especial. LUZ en las Tinieblas
Ésta tiene que ver con la vida de testimonio y como el Señor lo dijera en el Sermón de la Montaña:
“Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mt.5:14-16).
Esta declaración de la palabra enseña que la luz y las tinieblas no pueden coexistir; y la luz tiene la función específica de iluminar todo lo que le rodea.
La luz no se puede esconder, pues su naturaleza es desaparecer tinieblas y de esta manera dará sus puntos de vista que le corresponden al testimonio de la vida cristiana.
Además, refleja la trascendencia de alumbrar como luz en Cristo.
Por consecuencia una vida redimida por la sangre de Cristo, no se puede esconder.
Por el contrario da las debidas repuestas a quienes le pregunten acerca de la maravillosa grandeza de la gracia de Dios.
Las razones para este comportamiento como luz, viene de la sencilla declaración que el Señor entrega en su Sermón de la Montaña:
Primero: Da por sentado que cuando una persona es creyente en el evangelio de Cristo, es luz, pues ratifica.
“Vosotros sois la luz dl mundo” y se le da una lección pedagógica diciendo: “una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder”. Es decir, que es inocultable el hecho de ser auténtico cristiano, ya que el Espíritu Santo le ha hecho una nueva creatura.
Es claro que el creyente no se le ha hecho luz para camuflar a las tinieblas, sino denunciarlas, dejando el precedente de ser luz en medio de las tinieblas. Así, éstas no pueden soportar esa luz y necesariamente tienen que o cambiar, o huir o desaparecer. Entonces el apóstol Pablo dice:
“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor. Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas; porque vergonzoso es aun hablar de lo que ellos hacen en secreto” (Ef.5:8-12).
La combinación de estos pasajes, hacen pensar que el creyente en Cristo tiene una función muy clara y específica, que es la de hacer huir las tinieblas. Es LUZ en las Tinieblas.
De esta manera, los comentarios equivocados, los conceptos sin fundamento y las críticas que no se ajustan a la justicia, quedan por fuera de todo orden.
Sin embargo, la evaluación de las injusticias debe estar en primer orden para ser denunciadas por quienes irradian la luz de Cristo.
Las tinieblas representan la ignorancia, el desprecio a las personas, el orgullo, la vanagloria de la vida, la soberbia, la injusticia.
Esto es el pecado en sus diversas manifestaciones, los cuáles al ser confesados a Cristo, él los perdonará y dará nuevas opciones de vida, como la conversión.
Amados hermanos la iglesia hoy, debe ser luz en medio de esas tinieblas de zozobra que se presentan por la situación que vive en el mundo.
Debido a la pandemia y la muerte dada por seres humanos en los cuales son denunciados por la Poderosa Palabra de Dios como dice:
“Y si tu avisares al impío de su camino para que se aparte de él, y él no se apartare de su camino, él morirá por su pecado, pero tú libraste tu vida” (Ez.33:9).
Su pastor y amigo: Julio César Beltrán Patarroyo
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