Amados hermanos y amigos en Cristo: Hoy recordaremos y analizaremos que Dios está observando.
Cuando afloran cantidades de hechos inadmisibles, debido al comportamiento de los seres humanos, se les debe recordar que “Dios Está Observando” cada detalle de los acontecimientos que ocurren en el mundo.
Él se da cuenta que el pecado ha desbordado los límites de su misericordia y amor.
Aunque no viene todavía en la Segunda Venida de Cristo, sí lo que ocurre son señales del principio de dolores. Tal como dice la Palabra: “Y todo esto será principio de dolores” (Mt.24:8). Es posible que Dios ha estado dejando que ocurran los hechos, pues está anunciado. Es es como dice: “Y oiréis de guerras y rumores de guerras; mirad que no os turbéis, porque es necesario que todo esto acontezca; pero aún no es el fin”(Mt.24:6).
Dios, sí deja que esos hechos que están ocurriendo, se hagan de por sí mismos como parte de la justicia que merece la población.
Y es que ha desviado su corazón a otros dioses y se ha sumido en los pecados más aberrantes de la vida humana.
El proverbista dice: “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos” (Prov.15:3).
En este tiempo cibernético y de alta tecnología, donde se conocen altos dispositivos que permiten escuchar clandestinamente, muestran lo que está ocurriendo.
Se puede observar, la casa, la oficina, el hotel, la fábrica, cuando se anda en la calle y en cualquier parte.
Se tienen las cámaras de seguridad, las filmaciones celulares, los micrófonos ultrasensibles tan pequeños que no se pueden detectar, pero que están ahí.
Si esto ocurre con lo que el hombre ha fabricado para descubrir a sus oponentes, o mantener vigilado sus intereses personales, dando resultados fabulosos.
¿Se ha puesto usted a pensar que Dios ve todo lo que hacemos y escucha todo lo que decimos a cada momento del día?
Como dice: “Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta” (He.4:13).
Esta verdad es consoladora y sublime, en razón a los acontecimientos que ocurren en el mundo y mucho más en Colombia.
Vemos que se ha sumido en el más horrendo pecado de la idolatría, el asesinato, la prostitución, el robo, el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, la pederastia.
También la corrupción, la injusticia, la destrucción del medio ambiente, en fin muchos otros pecados que la sociedad no ha querido abandonar por ningún motivo.
Persisten, aunque se le alerte con el poderoso evangelio de Cristo.
La iglesia del Señor, no debe atemorizarse pues, Dios mismo está listo para apoyar, como dice el salmista.
“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre” (Sal.33:18-19).
No hay duda que los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos como vimos arriba en (Prov.15:3).
Nadie puede esconderse de las miradas de Dios, pues él está observando cada detalle de la vida.
Hermanos, crean que Dios está siempre interesado en los acontecimientos que ocurren en nuestro país y nuestro mundo.
Tanto con la pandemia, como con la confrontación, debido a las marchas que hace la gente para que haya justicia, trabajo, empleo, salud, y abandone el pecado que tanto está ofendiendo a Dios.
La iglesia debe orar y compartir la Palabra de Dios, para que la gente conozca que el Señor observa todo, y se arrepienta de sus pecados y acepte a Jesucristo como Señor y Salvador.
Su pastor y amigo: Julio César Beltrán Patarroyo
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