En un mundo convulsionado. En el que muchas personas sufren. En el que hay mucha ansiedad. La PAZ Extraordinaria puede ser TUYA
Muchas personas no logran alcanzar esta paz porque la buscan en donde no pueden encontrarla.
El dinero no te puede traer por si mismo esta paz extraordinaria que no se puede entender.
La profesión o vocación que tengas no te puede traer esta paz.
De hecho por naturaleza no tenemos paz, porque nacemos con una condición que nos hace estar alejados de La Paz: «entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás«. Efesios 2:3
Sin embargo podemos tener la mayor paz posible porque Cristo logró hacer que tuviéramos esa paz: «Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo»; Romanos 5:1
Entonces a través de la obra de nuestro Señor Jesucristo puedes tener paz para con Dios.
«Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús». Filipenses 4:5-7
Esta no pretende ser una publicación de autoayuda y de motivación.
Es algo que muestra la seriedad de reconocer la existencia de Dios. Y más allá de creer que existe. Es tener fe y reconocer a Dios como el señor y soberano de nuestras vidas.
La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento si puede ser nuestra. Pero tiene un condicional.
Y es proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí». Juan 14:6
Este pasaje que escribí al principio termina: «Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús». Es en Cristo Jesús que puedes tener paz con Dios y recibir la paz de Dios.
De lo contrario ser desobediente a esto produce las siguientes consecuencias: «Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia». Efesios 5:6
Mi anhelo par ti que leíste hasta aquí, es que puedas ver que si es posible en el mundo moderno, tener la paz de Dios.
Y que puedas tener la fe necesaria y la voluntad de poner a Dios en tu vida sobre todas las cosas.