LA FE ES LA LLAVE QUE ABRE LA PUERTA DE LAS POSIBILIDADES DIVINAS.
NO es el tamaño de tu fe. La clave no es qué tan buen ser humano eres. La clave es si tienes fe. Y en quién tienes depositada tu fe.
Déjame explicarte. Todos tenemos fe.
A mi consultorio han llegado pacientes que no saben qué clase de médico soy. Es más ni siquiera me conocían. Les he dicho que tienen enfermedades que no habían oído nombrar y les he dado medicamentos cuyos nombres no conocían y sin embargo han tenido fe en que el tratamiento va a funcionar.
Así que el punto es que todos tenemos fe.
¿Sin embargo en quién depositas tu fe?
Tal vez es la pregunta más importante para hacer en toda la vida.
No importa lo que logres. Si tu fe no está depositada en quien debe estar.
No tendrás la victoria.
«Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?» Mateo 16:26
Y es que si lo piensas bien, la vida se trata de ganar o perder.
Esa es la realidad de la vida que vivimos.
Y si depositas tu fe en quien debes, es posible que ganes y puedes lograr todo.
Primero es proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador.
«El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él». Juan 3:36
Y si andas en la voluntad de Dios esto es para ti:
«y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él». 1 Juan 3:22
«Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo». Juan 14:13
«Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan». Hebreos 11:6