LA SOBERANÍA DE DIOS.
Decimos que creemos en Dios. Que Dios es soberano. Sin embargo en el día a día, qué tanto estamos dispuestos a hacer lo que Dios quiera, cuando y cómo quiera?
Es una buena pregunta. ¿Es de verdad Dios el soberano en mi vida?
A veces necesitamos hacernos preguntas que son incómodas. Preguntas que no nos gustan.
Es posible que oigamos el llamado de Dios para darnos Su propósito en nuestra vida. Y buscamos hacerlo. Pero nos revelamos a Su soberanía, cuando decidimos hacerlo a nuestra manera.
El primer deseo de Dios es que seas salvo, y tengas vida eterna.
Y estoy seguro que Él desea que expreses tu arrepentimiento y aceptes a Cristo como único y suficiente salvador ahora mismo. Que hoy sea el día de tu salvación.
«que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.» Romanos 10:9
Para ser bendecido en este mundo, es necesario que andes en obediencia a la voluntad de Dios para tu vida.
Muchos pretenden usar esta palabra: «Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.» Mateo 21:22 afirmando que Dios está listo a satisfacer nuestros caprichos, no importa si están en contra de su voluntad. Es como el ladrón o el asesino que hace una oración previa a cometer su delito, para que le vaya bien.
No, con Dios no funcionan así las cosas.
En la noche previa a su muerte Cristo oraba: «Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.» Mateo 26:39.
Podemos ver el sufrimiento de Cristo. No quería pasar por esa prueba.
Sin embargo su oración fue: «no sea como yo quiero , sino como tú»
«Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien» Josué 1:7-8 .