EL MÁS GRANDE CIENTÍFICO DE LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD.
Sir Isaac Newton afirmó: »
Tengo una creencia fundamental en la Biblia como la Palabra de Dios, escrita por aquellos que fueron inspirados. Estudio la Biblia a diario»
Sir Isaac Newton tiene para muchos grandes científicos el sitio de haber sido el más grande científico que ha existido.
Sin embargo la humildad de Newton es asombrosa. Reconocía su condición de creación y no ocultaba su amor, respeto y devoción por Dios.
En medio de su vida, Newton reconoce que la Biblia es la palabra inspirada por Dios y cuenta que todos los días la estudia.
En este momento es cuando mi suegrita que amo profundamente, dice: «No me explico cómo puede haber personas que no creen en Dios».
Y es que la verdad no es comprensible. Aunque un poco si lo entiendo. «Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.» 1 Corintios 2:14
En el campo de la fe, desafortunadamente no hay cabida para la razón, como algunos exigen.
Sólo es proceder al arrepentimiento, saber que sin la obra de Cristo, no puedo tener perdón por mis pecados. Y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Al final del día ese es el mensaje de la Biblia. Eso fue lo que estudió y aceptó Newton.
Probablemente la mente más brillante en la historia de la humanidad, no tuvo otra alternativa que aceptarlo y por fe creerlo. Tal vez porque el peso de las evidencias en la creación no le dejó otro camino.
Además porque es la Biblia la que produce la fe. Muchos «científicos» y antropólogos, han intentado hacer investigaciones «científicas» para demostrar que la Biblia no es verdad y negar la existencia de Dios.
Y son famosos los casos de muchos científicos ateos, que luego han pedido perdón y han aceptado a Cristo como señor y salvador de sus vidas. Y claro esto tiene una explicación: «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.» Romanos 10:17
Mi deseo para tí es que así como Newton, te atrevas a estudiar la Biblia a diario, arriésgate a que tu vida sea transformada, para nunca más volver atrás, para experimentar una verdadera vida abundante, comenzando por la certeza de una vida eterna al lado de Dios.