CONSTRUIR UNA RELACIÓN GENUINA CON DIOS.
Una Relación genuina con Dios lo resuelve todo!
En el mundo tormentoso en el que vivimos. Es clave tener los pies bien anclados.
Desafortunadamente para muchos el ancla que han escogido está en sí mismos. Construyen una vida basada en la «grandeza del ser humano» sólo para darse cuenta que no existe tal grandeza y que no pueden solucionar todo.
Pero claro es mucho más atractivo ver que puedes solucionarlo todo por tus fuerzas.
Es mucho más atractivo, apelar al orgullo de no necesitar la ayuda de nadie. Y eso es lo que tristemente difunde el humanismo tan arraigado en nuestra sociedad.
Por eso los movimientos humanistas promueven las «ciudadanías libres», promueven matrimonios en contra de la naturaleza humana, promueven asesinato de vidas que si se están formando en el vientre de la madre y que si son vida, llamados abortos selectivos, con el pretexto que la mujer es dueña de su cuerpo.
Y entonces vemos cada vez más protestas, cada vez más violencia, cada vez más corrupción entre los gobernantes, porque el mundo se está acercando a lo que pasó con el humanismo en los imperios Griego y Romano.
Éstos imperios desaparecieron por el humanismo.
Pero hay un camino mejor:
Proceder al arrepentimiento y aceptar a Cristo como único y suficiente salvador. Sólo así puedes construir una relación genuina con Dios. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» Juan 14:6
Así tienes acceso directo a Dios.
Para pedir ayuda y solución a todos tus conflictos. «Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.» Hebreos 4:16
Y con Dios no tienes garantizada una vida sin problemas.
Lo que si tienes es solución a los problemas a la manera de Dios.
Además tendrás paz en medio de las dificultades.
Nada destruye más que la ansiedad y la falta de paz. «Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús» Filipenses 4:6-7